MODELO SIMPLE DE EXTENSIÓN PARA LA FORMACIÓN DEL GRABEN DE JUCHIPILA DURANTE EL MIOCENO TEMPRANO EN EL EXTREMO SURORIENTAL DE LA SIERRA MADRE OCCIDENTAL
El graben de Juchipila pertenece a un conjunto de fosas tectónicas formadas durante el Mioceno Temprano en el extremo suroriental de la Sierra Madre Occidental (SMOc). Los rasgos estructurales y el desarrollo temporal de estas estructuras permiten incluirlas en la provincia de Cuencas y Sierras de México (PCSM). El registro geológico indica que su evolución también estuvo influenciada por el vulcanismo del Mioceno Temprano y, más tarde, por el ajuste isostático en los bloques de piso de las fallas del rift Tepic-Zacoalco y/o el graben de Chapala. Una de las ideas propuestas para explicar la formación del graben de Juchipila es a partir de fallas marginales que posiblemente actuaron como conductos para la expulsión de ignimbritas; dicha actividad volcánica fue acompañada por subsidencia seguida por el depósito de sedimentos fluvio-lacustres. Sin embargo, también es posible que la formación de este graben sea el resultado de la extensión regional en el sur de la PCSM. En este modelo alternativo, se plantea que calderas convencionales aportaron grandes volúmenes de material piroclástico que sepultaron completamente al basamento pre-volcánico. Esta secuencia volcánica potente fue cortada por las dos fallas maestras del graben, que iniciaron su formación simultáneamente y con el tiempo aumentaron su longitud y rechazo vertical, constituyendo así los bordes de la estructura. Un punto esencial para comprender el origen y evolución del graben en este modelo es determinar el inicio de formación e historia de desplazamiento de las fallas maestras y de fallas secundarias que cortan y desplazan el relleno sedimentario. Además, el comportamiento de dichas fallas tuvo un rol primario en la formación de esta cuenca estructural, en la evolución de la cuenca hidrográfica y la red de drenaje, así como en la acumulación de sedimentos, ya que el desplazamiento en las fallas normales generó espacio de acomodación para la acumulación de sedimentos. El registro estratigráfico indica que la cuenca fue parcialmente rellena por sedimentos derivados dominantemente de la erosión de rocas volcánicas del Eoceno tardío–Mioceno presentes en los hombros del graben. Así, depósitos de abanico aluvial se formaron por la actividad de fallas en las márgenes de la cuenca, mientras que depósitos lacustres formados a partir de detritos, pedernal diagenético y de la precipitación química y bioquímica de caliza, incluidos colchones bacterianos, fueron acumulados en el centro de la estructura. Simultáneamente, la subducción existente al oeste del graben durante el Mioceno Tardío–Plioceno Temprano generó vulcanismo explosivo y el material piroclástico fue transportado por viento y depositado en la cuenca. Para estos depósitos de caída inferimos un origen extra-cuenca, pues no hemos reconocido vulcanismo dentro del graben e interpretamos que son producto de la actividad explosiva en el extremo sur de la SMOc, la actual BCS, o dentro de la Faja Volcánica Trans-Mexicana. Asimismo, estos depósitos de caída, interestratificados con el relleno sedimentario del graben, permiten que la edad de los eventos ocurridos dentro del graben sea mejor estimada. Agradecemos el apoyo PAPIIT AG101523 e IN102425 y de la beca posdoctoral SECIHTI a Juárez-Arriaga.