SISTEMA INTERNACIONAL DE VIGILANCIA: EL VALOR MÁS ALLÁ DE LA ESTRATEGIA DE SOSTENIMIENTO
El Sistema Internacional de Vigilancia (SIV) de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (OTPCE) comprende 170 estaciones sísmicas, 60 infrasónicas, 11 hidroacústicas y 80 de radionucleidos, además de 16 laboratorios de radionucleidos, distribuidos en 89 países de todo el mundo. El despliegue de la red comenzó en 1996, cuando el Tratado se abrió a firma. Inicialmente, el enfoque se puso en la instalación y certificación de las estaciones. Durante los más de 25 años que tiene el Sistema, las actividades diarias se han centrado en su mantenimiento y funcionamiento; sin embargo, muchas estaciones se acercan al final de su vida útil y requieren recapitalización. Este proceso es complejo, abarca varios años e involucra a numerosos actores internos y externos. Para abordarlo, reducir la deuda técnica ya acumulada y salvaguardar la inversión realizada por los Estados en el Sistema, se ha desarrollado una estrategia de su sostenimiento a medio y largo plazo. Ésta se guía principalmente por la vida útil prevista de los componentes de las estaciones y hace hincapié en un cambio de paradigma de un enfoque reactivo a uno proactivo para mantener una alta disponibilidad de datos. Esto es crucial, ya que los datos de alta calidad del SIV no solo cumplen su propósito de fortalecer el régimen de verificación del Tratado, sino que también proporcionan información valiosa para la investigación científica y una amplia gama de aplicaciones civiles, como los sistemas de alerta temprana de tsunamis, la evaluación del riesgo sísmico, la monitorización de erupciones volcánicas y los estudios atmosféricos.
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