ZACATECAS: DEL ESPLENDOR MINERO A RETOS GEOLÓGICOS CONTEMPORÁNEOS
Debido al incremento inusual de la sismicidad en la zona conurbada de Zacatecas desde julio de 2024, se implementó una red de sismógrafos para monitorear los movimientos inducidos y telúricos que se presentan en la ciudad. No obstante, los hundimientos, fracturamientos y movimientos sísmicos observados podrían estar vinculados con las minas en operación en las proximidades.
Es bien conocido que varios municipios del estado surgieron en torno a antiguas minas; Zacatecas capital es el ejemplo más claro. Su fundación se remonta a 1546 —cuando se dio el hallazgo de plata por Juan de Tolosa—, aunque el título de ciudad fue otorgado en 1585, casi 40 años después . Estos primeros 40 años fueron fundamentales: se trasladaron los primeros pobladores, se estableció un sistema de gobierno, se implementaron servicios básicos como el suministro de agua desde pozos en la plaza principal y, lo más importante, comenzaron los registros en actas, folios y libros cabildo, donde se documentaban asuntos de estado, religión y economía.
En 1614 se registró el primer evento sísmico documentado en Zacatecas, atribuido a la intervención divina de San Nicolás de Tolentino, patrón de los temblores y de los mineros. Las minas fueron el núcleo del desarrollo de la ciudad, con descubrimientos de vetas “vírgenes” en cerros como Tlacuitlapán, Quebradrilla, El Grillo y La Bufa. Con el tiempo, la ciudad se asentó sobre las estructuras mineras excavadas en épocas anteriores. Esta investigación aspira a ser un punto de partida para localizar minas antiguas en Zacatecas, con el fin de relacionar el pasado con las problemáticas actuales.