EDAD MÍNIMA DE DEPÓSITOS DE LAHARES EN TIEMPOS HISTÓRICOS EN LA BARRANCA DE JAMAPA, VOLCÁN PICO DE ORIZABA, MÉXICO
Los lahares (flujos de escombros) son fenómenos recurrentes en áreas volcánicas, tienen una alta capacidad de transformar el paisaje y causar pérdidas económicas y de vidas humanas. Durante las últimas décadas, los análisis proxy, como los anillos de crecimiento de los árboles y la correlación estratigráfica de sus depósitos, han sido útiles para comprender su ocurrencia espacio-temporal. En esta investigación se analizan los depósitos de lahar expuestos en la parte alta de la Barranca de Jamapa del volcán Pico de Orizaba, entre los 3,760 y 4,000 m s.n.m. Con este fin, se realizó un vuelo de dron para generar un ortomosaico y curvas de nivel a cada 5 cm, lo que permitió generar un Modelo Digital de Elevación para elaborar un mapa geológico detallado. También, se realizó la descripción de columnas estratigráficas, análisis granulométricos y de componentes, así como un muestreo dendrocronológico de 163 núcleos de crecimiento de Pinus hartwegii. Se generaron tres cronologías de ancho de anillo, la más longeva abarca de 1730 a 2022 (292 años). A partir del análisis dendrocronológico y estratigráficos, se lograron identificar tres terrazas antiguas formadas por depósitos de lahar, caracterizados por un aspecto masivo y heterolitológico en los que predominan bloques y gravas, soportados por una matriz de arena gruesa. La cima de estos depósitos (terrazas) es semiplana con presencia de Pinus hartwegii, lo que permitió estimar la edad de las terrazas en ≤292, ≤96 y ≤78 años que representan edades mínimas de la ocurrencia de los lahares. Es probable que uno de estos eventos haya sido desencadenado por un sismo que ocurrió el 3 de enero de 1920 que tuvo una magnitud de 6.4, y los otros causados por deshielos o lluvias extremas. Además, dentro de la barranca existen otras terrazas pequeñas y discontinuas sin presencia de árboles. Finalmente, destacamos que este tipo de estudio puede emplearse para estimar edades mínimas en otros volcanes de México, donde la ocurrencia de eventos de lahar es muy frecuente y han causado grandes daños a las infraestructuras y a la población.