EVIDENCIA EVAPORÍTICA INÉDITA EN EL SUR DE QUINTANA ROO; UN NUEVO MARCADOR CRONOESTRATIGRÁFICO DE SEQUÍAS EXTREMAS EN LAS TIERRAS BAJAS MAYAS
Las evaporitas lacustres son sumamente escasas en las Tierras Bajas Mayas, principalmente debido a la subsaturación de la columna de agua en sulfatos y a la fuerte influencia hidrológica subterránea de los sistemas kársticos. Hasta la fecha, la única evaporita descrita correspondía al lago Chichancanab, la cual es un indicador de las megasequías durante el Colapso Maya (1190-1140 años AP) en el Clásico Terminal. En este trabajo presentamos la primera evidencia de un horizonte evaporítico en el lago Kaná, situado en la antigua región Maya de Uaymil (Quintana Roo, México), cronológicamente restringido al Clásico temprano, una fase asociada con reorganizaciones sociales después del abandono de asentamientos en el sur de las Tierras Bajas Mayas. Se estudiaron cinco estratos mediante microscopía mineralógica, fluorescencia de rayos X (XRF), difracción de rayos X con refinamiento Rietveld (XRD-Rietveld) y espectroscopía FTIR. El horizonte evaporítico, de tonalidad blanquecina respecto a los sedimentos orgánicos adyacentes, está compuesto por yeso, acompañado de otros sulfatos, calcita, óxidos de hierro y silicatos. La casi ausencia de materia orgánica apunta a un episodio de evaporación extrema y erosión de la cuenca coherente con un estrés hidrológico severo, el cual también aparece registrado en espeleotemas del Mayab y Belice. Este hallazgo funciona como marcador cronoestratigráfico para todos los indicadores climáticos y antrópicos del registro. Su coincidencia temporal con una fase de incipiente reorganización social en las Tierras Bajas Mayas enlaza la variabilidad climática temprana con la dinámica poblacional y las estrategias agrícolas regionales.