MONITOREO PLURIDECENAL (2007-2025) DE LA DESGASIFICACIÓN DE CO2 DEL SUELO Y DE SO2 DE LA PLUMA VOLCÁNICA EN LA ISLA DE VULCANO, ARCHIPIÉLAGO DE LAS EOLIAS, ITALIA.
Los volátiles liberados por las estructuras volcánicas de todo el mundo contribuyen a la contaminación ambiental natural, tanto en las etapas de desgasificación pasiva como activa. La Isla de Vulcano se caracteriza por una desgasificación solfatárica localizada principalmente en la cumbre (cráter de La Fossa) y en la zona periférica de la Bahía de Levante. La desgasificación solfatárica normal (con fluidos de alta temperatura en las fumarolas de la cumbre y fluidos hirvientes en la bahía), establecida tras la última erupción explosiva de 1888-90, se ve interrumpida periódicamente por crisis geoquímicas.
Estas crisis se caracterizan por una desgasificación anómala, atribuible a un aumento en las aportaciones volcánicas, que a su vez provoca un marcado incremento en la tasa de desgasificación. En este trabajo, se han utilizado los datos de las redes de monitoreo geoquímico del INGV (Istituto Nazionale di Geofisica e Vulcanologia) para identificar, evaluar y monitorear las variaciones geoquímicas de parámetros extensivos. Estos parámetros incluyen el flujo de SO₂ de la pluma volcánica y el flujo de CO₂ de los suelos en la zona de la cumbre, fuera de las áreas fumarólicas y de las areas periferica de Bahia del Levante y Palizzi.
Se registraron cuatro cambios principales en la actividad de desgasificación en 2009, 2021, 2023 y 2024, lo que nos ha permitido evaluar, en tiempo casi real, el nivel y la duración de la crisis de desgasificación que afecta a la isla de Vulcano.
La crisis geoquímica más fuerte se registrò en el 2021 con el aumento en el flujo de volátiles que comenzó en junio-julio de 2021 y alcanzó su punto máximo en noviembre de ese mismo año. En particular, el flujo medio mensual de SO₂ de la pluma, y el flujo de CO₂ de los suelos, , aumentaron drásticamente de un order de magnitudo durante este evento y alcanzaron 89 t d⁻¹ y 11,596 g m⁻² d⁻¹, respectivamente en noviembre de 2021.
El valor de referencia anual promedio para la emisión de SO₂ se había estimado en 7700 t y⁻¹durante la actividad solfatárica normal. Sin embargo, en 2021 y 2022, esta desgasificación se elevó a 18,000 y 24,000 t y⁻¹, respectivamente.
A pesar de una ligera disminución durante el segundo semestre de 2022, se registraron otros dos nuevos incrementos en la desgasificación de volátiles en 2023 y 2024. Esto sugiere que, si bien existe una tendencia general a la baja, el sistema volcánico todavía se mantiene en una fase de desgasificación anómala y no ha regresado a los valores basales observados antes de junio de 2021.